Bien-venida

¿Creyó que el 69 era la última frontera?

Bienvenidos sean a este blog dedicado a explorar las diferentes manifestaciones de la sexualidad humana. En el revisaremos algunas de las conductas eróticas más populares, algunas de moda, aquellas de las que no siempre se habla, algunas de las que apenas se tiene conocimiento y algunas de las que podría jactarme de haber inventado.

No quisiera que este blog adoptara una carácter pornográfico (aunque si así fuese ¿pues qué se le va a hacer?). Mi principal intención es la de abordar con curiosidad las muchas variantes del placer. Trataré de evitar en lo posible caer en lo grotesco, aunque al revisar algunas filias, verán que desgraciadamente eso es imposible.

Yo no pretendo educar a nadie ni promover nada. No soy psicólogo, sexólogo ni sociólogo… pero desde pequeño he sido bastante pervertido, así que eso de cierta manera me adjudica como especialista en ésta materia. Por si fuera poco, soy practicante de varias de ellas.

Vamos a partir de la premisa de que todos dominan la posición del misionero, de perrito, de ranita, de ladito, y de que ya saben ubicar las principales zonas erógenas en el propio cuerpo y en el ajeno. Aunque recordemos que, este no es un compendio de posiciones acrobáticas (para eso refiérase al Kama Sutra), ni un recetario para mejorar su vida sexual (para eso consulte Cosmopolitan, Maxim o el pasquín de su preferencia). Se trata de una revisión de comportamientos sexuales que podrían o no ser de su agrado. No se trata de juzgar si son adecuados o no, la intención es simplemente exponerlos.

La idea de este blog es observar con un ojo lúdico y curioso la increíble cantidad de fetiches existentes, así como los a veces divertidos, inverosímiles o absurdos objetos que los provocan.

Censura

Siempre hay un último límite antes de llegar al fondo del barril. No es que haya censura como tal, pero evitaremos abordar conductas que personalmente considero inaceptables, por tanto, las prácticas como paidofilia (también pedofilia) o la zoofilia definitivamente no serán tocadas.

Dimensión Parafilia

Algunos lectores pueden sentirse escandalizados al enterarse de hasta donde puede llegar la incesante necesidad del ser humano por sentir y maximizar el placer. Otros probablemente estén más familiarizados o abiertos a nuevas propuestas. La realidad es que las parafilias son parte innegable de la naturaleza humana; han estado presentes, aunque reprimidas, desde que el hombre es hombre, pero afortunadamente desde la década se empezaron a romper tabúes y a relajar las satanizaciones.

Así pues, vamos a definir:

"Parafilia" proviene del griego "para" = junto a; "filein" = amar

Una parafilia se caracteriza por tener impulsos sexuales intensos y recurrentes, fantasías o comportamientos que implican objetos, actividades o situaciones poco habituales y fuera de la esfera del sexo coital. En general no se considera como un problema, a menos que estén dirigidas a un objeto potencialmente peligroso o dañino para cualquiera de las personas involucradas en el acto sexual o la sociedad.

Es curioso, muchos de los términos relacionados a prácticas sexuales alternativas y que son acuñados en idiomas extranjeros y en buena parte de las veces no tienen una traducción o equivalencia en el castellano, gracias a nuestra real academia de la lengua, que se las ingenia para mantenerse siempre a la retaguardia. Sin embargo, el término Parafilia para definir con precisión toda esta gama de comportamientos sexuales existe en el español y no en inglés. En inglés se utiliza un término más ambiguo que en castellano cayó en desuso hace tiempo: Fetiche.

Yo mismo he practicado varios de los fetiches que aquí comentaremos; probablemente usted también, si cree que no, prepárese para llevarse una sorpresa al enterarse que pertenece a una, cada vez menos exclusiva, cofradía de fetichistas y desviados que pululan por todo el mundo, y usted ni enterado.

Iniciamos pues con este proyecto y esperamos que no se nos vayan a espantar con las primeras entradas… sin albur. Sean bienvenidos, que ésta es de las pocas actividades que se pueden disfrutar sin condón.

Y por cierto, tú… ¿Cuántas perversiones tienes?